Sé feliz sin esperar a tener un motivo especial para ello. Siempre hay razones para sonreír, para celebrar, para seguir adelante.
No dudes en mostrar tu alegría. Inyéctale al mundo una buena dosis de optimismo sin pedir permiso.
No desistas ni permitas que te venza el pesimismo. Si estás triste, recuerda que cada vez que sonríes haces que el mundo sea un poquito mejor.
La felicidad solo es una opción para afrontar la vida. Por supuesto, nadie dijo que fuese una opción fácil, pero no dudes ni un solo momento que está a tu alcance y puedes conseguirla.
No desesperes si no consigues lo que quieres. En su lugar encargáte de rodearte de lo que necesitas.
Nunca dejes de intentarlo, aunque todo esté en tu contra, aunque nadie más crea en ello, aunque parezca imposible. Mientras exista una única posibilidad entre mil millones vale la pena insistir.
No abandones tus sueños jamás, porque detrás de cada gran historia siempre hay un sueño en el que alguien confió a pesar de las dificultades. Nada se hace sin que antes se imagine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario