Dejemos a un lado las preocupaciones. No tengamos miedo a decir lo que pensamos, hasta un cierto punto. Demos abrazos y besos a toda la gente que lo necesite. No miremos las desgracias que nos rodean. Miremos lo bueno que tenemos y por lo que mucha gente daría la vida. Esforcémonos en hacer aquello por lo que luchamos durante nuestra vida, ya que el resultado lo compensará. Hagamos actividades que nos mantengan despiertos y felices. Cambiemos el "yo" por el "nosotros". Consigamos oír el "te quiero" de aquella persona especial tras haberle o haberla conquistado.
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