sábado, 25 de enero de 2014

es la forma de empezar..

Y de repente frenas. Frenas en seco, tu cabeza deja de ir a dos mil por hora y comienzas a ver la realidad. Y al momento, esas dos casi insignificantes palabras, que unidas forman un todo unitario, te pillan totalmente desprevenido: ¿Y si...?
¿Y si hubieras luchado más?
¿Y si hubieses tenido el valor suficiente?
¿Y si no tuvieses tanto miedo?
¿Y si te valorases más?

¿Y si te arriesgases?
¿Y si lo dieras todo por tus sueños?
¿Y si dejases la timidez aparcada?
¿Y si...? ¿Y si...?
Da rabia no conseguir lo que queremos. Pero peor es la sensación de saber que no tenemos lo que deseamos simple y llanamente porque no lo hemos intentado lo suficiente, porque nos hemos rendido a la primera de cambio, porque tenemos pánico a perder y así nunca se puede ganar, porque si no nos queremos nosotros mismo ¿quién lo hará en nuestro lugar?
Hay que huir de los Y si... porque eso significará que aunque hayamos perdido la partida, hemos jugado nuestras cartas. Pero no olvides que siempre jugamos para ganar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario