martes, 11 de diciembre de 2012

Cosas del destino

-.¿Que cómo me siento?
Como una puta mierda. Ahogada entre mis lágrimas. En el fondo del océano.
-.¿Y por qué?
Por ti. Por tu sonrisa que nunca podré ver de cerca. Por tus labios que nunca podré tocar.
Por esos ojos que me hipnotizan.

Amores imposibles, se llaman. Amores platónicos. Amores que jamás podrán ocurrir.
Me duele pensar eso, me duele y mucho. Pero de nuevo, aquí está la cruda y verdadera realidad.
Para hacernos abrir los ojos, darnos a entender que tenemos que cambiar el rumbo, que estamos perdiendo el tiempo.
Pero siempre está nuestro grado de positividad, nuestra esperanza y nuestras miles de ilusiones por creer que puede pasar. Pero una vez más, son cosas del destino.

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